Principios fundamentales
- Estamos arraigados en un análisis moral basado en nuestros valores religiosos y constitucionales más profundos que exigen justicia para todos. El renacimiento moral es necesario para salvar el corazón y el alma de nuestra democracia.
- Estamos comprometidos a elevar y profundizar el liderazgo de los más afectados por el racismo sistémico, la pobreza, la economía de guerra y la devastación ecológica, y a construir la unidad a través de las líneas de división.
- Creemos en el desmantelamiento de los sistemas de criminalización injusta que explotan a las comunidades pobres y las comunidades de color y la transformación de la "economía de guerra" en una "economía de paz" que valora a toda la humanidad.
- Creemos que la protección igual ante la ley no es negociable.
- Creemos que las personas no deben vivir ni morir a causa de la pobreza en la nación más rica que haya existido. Culpar a los pobres y afirmar que Estados Unidos no tiene una gran cantidad de recursos para superar la pobreza son narraciones falsas que se utilizan para perpetuar la explotación económica, la exclusión y la profunda desigualdad.
- Reconocemos que la centralidad del racismo sistémico en el mantenimiento de la opresión económica debe ser nombrada, detallada y expuesta empírica, moral y espiritualmente. La pobreza y la desigualdad económica no pueden entenderse aparte de una sociedad construida sobre la supremacía blanca.
- Mientras que la narrativa moral distorsionada del nacionalismo religioso culpa a las personas pobres y oprimidas de nuestra pobreza y opresión, nuestros valores religiosos y constitucionales más profundos insisten en que los principales problemas morales de nuestros días deben ser cómo nuestra sociedad trata a los pobres, a los marginados, a las mujeres, Personas LGBTQIA2S +, trabajadores, inmigrantes, discapacitados y enfermos; igual protección ante la ley; y el deseo de paz, amor y armonía dentro y entre las naciones.
- Desarrollaremos el poder de las personas y los movimientos estatales para servir como vehículo para un movimiento moral poderoso en el país y para transformar las estructuras políticas, económicas y morales de nuestra sociedad.
- Reconocemos la necesidad de organizarse a nivel estatal y local; muchas de las políticas más regresivas se están aprobando a nivel estatal, y estas políticas tendrán un efecto duradero y largo, incluso más allá de las órdenes ejecutivas. El movimiento no es desde arriba sino desde abajo.
- Haremos nuestro trabajo de manera no partidista: ningún funcionario electo ni los candidatos suben al escenario ni formarán parte del Comité Organizador Estatal de la Campaña. No se trata de izquierda y derecha, demócrata o republicana, sino de lo correcto y lo incorrecto.
- Defendemos la necesidad de hacer una temporada de acción directa moral sostenida como una forma de romper los tweets y cambiar la narrativa moral. Estamos demostrando el poder de las personas que se unen a través de problemas y geografía y poniendo nuestros cuerpos en la línea de los problemas que nos están afectando a todos.
- La Campaña y todos sus Participantes y Endosantes abrazan la no violencia. No se tolerarán tácticas o acciones violentas.