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Estamos viendo cómo se desarrolla una guerra con el ataque de Rusia a Ucrania que tiene enormes ramificaciones para el mundo entero, especialmente para los pobres. Como siempre ocurre con la guerra y la violencia, las personas pobres y de bajos ingresos son las que más pierden. En una guerra por la geopolítica y el petróleo, los pobres se convierten en peones mientras los autócratas juegan juegos peligrosos y mortales. Este acto de guerra es en parte el resultado de un proyecto nacionalista cristiano desarrollado por Vladimir Putin y apoyado por gente como Donald Trump y sus seguidores.

Con la invocación de las armas nucleares, este ataque temerario podría conducir a un desastre global. Hay, sin embargo, una posible alternativa a tal desastre que surge de la tradición no violenta de Gandhi. Los autócratas temen una cosa y es una movilización no violenta sostenida de la gente. Es por eso que trabajan tan duro para ir a la guerra rápidamente. No quieren permitir que tales movilizaciones crezcan y utilizan todos los medios para dividirlas y aplastarlas.

Apoyamos al pueblo de Rusia que de inmediato salió a las calles con gran riesgo personal para protestar de manera no violenta contra esta guerra. Apoyamos al pueblo de Ucrania que se ha resistido al impulso de la guerra y la aniquilación nuclear. Debemos plantear la pregunta: ¿qué pasa si aquellos de nosotros que defendemos la paz en todo el mundo nos negamos a cooperar con el mal? Millones de personas (padres, madres, abuelos, niños) podrían cruzarse de brazos de forma no violenta, como lo están haciendo miles en las plazas públicas de Rusia incluso ahora, y construir un movimiento no violento por la paz, la justicia y la democracia.

¿Será que Ucrania es el Puente Edmund Pettus de hoy, donde todos pueden unirse abiertamente y derrotar el poder de la autocracia con sus cuerpos y su coraje para construir una postura moral mundial? El movimiento por la independencia india y la liberación nacional rompió la espalda del imperio británico al hacer eso. Otros movimientos han hecho lo mismo a lo largo de la historia mundial. Hacemos un llamamiento a ese espíritu de nuevo hoy. De hecho, el mundo entero debe oponerse a esta guerra y al peligro que representa de escalar hacia la violencia nuclear y la aniquilación de la existencia. 

Como dijo el Dr. King, nuestra elección frente a la guerra nuclear no es entre la violencia y la no violencia, sino entre la no violencia y la inexistencia. ¡Debemos elegir la paz, el amor, la justicia y la vida!

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El obispo Barber también es presidente y profesor principal de Repairers of the Breach y el reverendo Dr. Theoharis es director del Centro Kairos para las Religiones, los Derechos y la Justicia Social. 

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